Vista de la Feria ARCO

Los artistas venezolanos están presentes en ARCO’92

El Nacional, 17 de febrero, 1992, Madrid.

Latinoamérica con escasa participación

 

La Feria Internacional de Arte Contemporáneo, ARCO, una de las más importantes, inaugura su undécima edición en Madrid. Se espera la visita de unas 100.000 personas al recinto ferial Juan Carlos I, donde 193 galerías -81 españolas, 112 extranjeras, entre ellas dos venezolanas, presentarán obras de 1.200 artistas del Siglo XX. Además este año participarán dos galerías de Eslovenia y Estonia respectivamente.

El objetivo de ARCO es primero, ofrecer una muestra del arte de este siglo y segundo internacionalizar la feria. Se apuesta por los artistas más vanguardistas y más jóvenes. Este año han surgido críticas entre algunos galeristas que alegan que ARCO se ha convertido en una feria “demasiado elitista”. 151 galerías no han sido admitidas por el comité seleccionador, sea por falta de modernidad o por representar un arte comercial y carente de calidad, según los organizadores.

El calendario de la feria ofrece además una serie de actividades paralelas tales como Videoarco, Fotoarco y coloquios. También se presentará Arcodata, una base de datos sobre el Arte Español Contemporáneo que reúne información en torno a las distintas expresiones artísticas del mismo. Igualmente, se mostrará el proyecto 500-arcodata-Casa de América que incluye a 21 países latinoamericanos. Su objetivo es ofrecer información permanente y actualizada, y servir como fuente de consulta a instituciones especializadas de todo el mundo.

Para estar presente en ARCO cada galería debe sufragar aproximadamente unos 10.000 dólares (un millón de pesetas). Domina la presencia de galeristas de Alemania (19), Italia (17), Estados Unidos (10), Francia (10), Portugal (7) y Reino Unido (5). De América Latina, Argentina (2), Brasil (1), Colombia (1), Perú (1) y Venezuela con la Durban de César Segnini y la de Astrid Paredes, que presenta a los artistas venezolanos Antonio Lazo y Asdrúbal Colmenares.

Si comparamos ARCO ’92 con las ferias anteriores podemos constatar que ha habido una reducción de las galerías norteamericanas. Además se observa una escasa presencia de arte latinoamericano, siendo la de África y Asia inexistentes. La crisis, reflejo de la situación internacional, no sólo afecta a ARCO sino también al mercado del arte en general. Tras el boom de la especulación artística de 1988, cuando el arte se convirtió en una elegante moda de inversión y provocó una inflación galopante en el mercado, sobrevino su espectacular colapso. La recesión económica mundial y luego la guerra del Golfo significaron una depresión aún más seria en el vertiginoso descalabro y parálisis del mercado.

Ahora, en ARCO ’92, tanto los organizadores como los galeristas insisten en la necesidad de sanear el sector y regresar a la normalidad. Una vez retirado el dinero especulativo se espera atraer de nuevo a los museos y a los coleccionistas y ofrecerles obras con precios justos y proporcionados.

César Segnini, de la Galería Durban, considera que “actualmente se vive una recesión mundial muy marcada en EE.UU. que ahora se deja sentir en Europa”. El arte, según él, está en un momento de baja de precios por lo tanto favorece a los compradores. El arte sigue siendo una inversión, hoy más que nunca. “Hay una sinceración del mercado”, explica. “Se consiguen buenas obras a buenos precios. Ha desparecido la especulación de hace tres o cuatro años. Además creo que ARCO jugará un papel importante en la recuperación del mercado del arte”.

SELECCIÓN ACERTADA

En cuanto a la selección de galerías Segnini considera que ha sido acertada, y están invitadas galerías importantes, como la española Theo, que presenta a Jesús Soto, etc.

La Galería Durban participó en los comienzos de ARCO, en 1980, cuando contaba con una sucursal en España hasta el famoso “viernes negro”. Según Segnini, ARCO se ha convertido en una de las ferias más importantes del mundo junto con la FIAC de París, la de Basilea, Chicago, Miami o Tokio.

“Desde hace mucho que nosotros no participábamos, pero este año estamos aquí ya que la feria quiere contar con una mayor presencia de galerías suramericanas. Pero aun así son escasas dadas las circunstancias del 92. Podrían haber hecho un esfuerzo y crear un espacio latinoamericano con los grandes valores que todos conocemos.  No obstante, es cierto que galerías importantes del Continente están aquí.

La Durban presenta en ARCO al escultor Agustín Cárdenas, cubano-francés, al peruano Fernando de Szyszlo y a Carlos Rojas, colombiano. Segnini considera que la feria es importante para el arte suramericano contemporáneo. Es importante porque no sólo es bueno sino que es mucho más barato que el norteamericano y el europeo.

En Europa la presencia latinoamericana es menor porque hace diez años se desplazó el mercado hacia los EE.UU. Los venezolanos, por ejemplo, tienen una presencia muy importante en EE.UU. especialmente en Miami. Pensamos en galerías como la Freites, Ambrosino, etc. Sin embargo, añade Segnini, tanto en París como en España la presencia latinoamericana ha ido aumentando este año.

Fernando de Szyszlo
Fernando de Szyszlo. De la serie Trashumantes.
Acrilico sobre tela, 2014
Foto: durbansegnini.com


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