Klaus Barbie

¿Y por qué a Barbie? : Gustavo Sánchez Salazar y su libro sobre “El Carnicero de Lyon”

El Nacional, Papel Literario, 5 de julio, 1987, Caracas.

Cincuenta años después del horror nazi Europa se agita con el proceso Barbie, que remueve la conciencia de la Francia ocupada de los años 40, pero al mismo tiempo saca a la luz las redes nazis que se extendieron en América Latina y su vinculación con las dictaduras, la corrupción y el narcotráfico en nuestro continente.

Acaba de aparecer un libro que revela los verdaderos lazos del “héroe” del nazismo con la represión y la corrupción en Bolivia. Barbie prosiguió allí sus sueños y sus prácticas totalitarias, no sin la ayuda de la inteligencia norteamericana.

Gustavo Sánchez Salazar, uno de los autores del libro, vivió muy cerca los crímenes de Barbie y su persecución, junto a los “cazadores de nazis”, Beate y Serge Klarsfeld, quienes llevaron a Barbie al tribunal de Lyon, donde hoy se le juzga por crímenes contra la humanidad.

Cuando Hernán Siles Zuazo llegó a la Presidencia en 1982, declaró que expulsaría a Klaus Barbie de Bolivia. Para ello recurrió a Sánchez Salazar, nombrándolo viceministro del Interior, con total autoridad para echar al criminal nazi. Barbie había sido encarcelado por una deuda de diez mil dólares a la empresa estatal Camibol. Después de una semana decidió cancelar su deuda, pero le faltaba pagar los intereses. Sánchez sabía que tenía que moverse con rapidez para mantenerlo preso legalmente y encontrar una forma de expulsarlo. Si Barbie salía de la prisión, desaparecería con la ayuda de los amos de la cocaína en algún lugar remoto del país.

A su paso por Madrid, Sánchez accedió a una entrevista.

“Yo nací en Totora, un pueblito de Cochabamba. En ese mismo pueblo nació un hombre cuyos descendientes ahora dirigen una de las empresas periodísticas más grandes de Bolivia, llamada El Diario y se apellida Carrasco. Uno de ellos es narcotraficante, al cual concretamente acuso en el libro. Obviamente, ellos tienen que defenderse. Cuando uno dice la verdad y hay más y hay más verdades todavía, existe el temor de que continúe diciendo otras cosas. Se trata de crear un clima de desconfianza sobre quien dirige las averiguaciones. Yo nunca serví a ninguna potencia. Servía a mi pueblo, a mi partido y a mi gobierno y estoy orgulloso de ser boliviano. Si tuviera que hacer todo de nuevo lo haría exactamente igual. Tal vez mejorando con la experiencia”.

¿Proceso a Barbie o a la Resistencia Francesa?
Usted que ha sido testigo del juicio ¿qué opina del proceso? A Barbie se le acusa sólo por cinco crímenes contra la humanidad y su abogado Jacques Vergés ha querido convertir el juicio en un proceso al colaboracionismo del régimen de Petain y los posteriores crímenes de los franceses en la guerra de Argelia.

Vergés ha actuado de nuevo como en el caso de Abdallah: para Vergés. Es la vedette, tiene el escenario, es el empresario, se maquilla y monta su propio show. No piensa en el daño que hace a la humanidad con sus poses de artista. Queriendo tapar sus diez años de ausencia en París, con un oscuro pasado. Vergés dice defender a un hombre según él inocente. Creo que como abogado puede tener razones, pero lo que no tiene es vergüenza. Presentó como colaborador suyo a un abogado negro. Al salir del tribunal, declaró que la presencia de un abogado negro era para demostrar que Barbie no es racista. Me parece una ofensa al tribunal y a su propio país. Vergés es un cínico.

Simone Veil y Elie Wiesel dicen que a Barbie hay que juzgarlo por el holocausto judío y no hay que mezclar este juicio con los crímenes contra los miembros de la Resistencia.

No estoy de acuerdo. Discutí esto con el abogado de los judíos, Serge Klarsfeld. No podemos hacer diferencia. No podemos juzgarlo sólo por los crímenes contra los judíos olvidando lo que hizo con los resistentes, pues entonces también habría que olvidar sus crímenes en Bolivia. Nosotros no estábamos en guerra. El trasladó su propia guerra a nuestro país. Sin embargo hemos ido a Lyon, fuimos testigos, lo metimos en la cárcel y lo entregamos para que lo juzguen. Pero no para que lo juzguen por crímenes cometidos contra determinado grupo de ciudadanos que pertenecen a una religión o una ideología política. Los hitlerianos agredieron a todo el mundo. Tengo gran admiración y respeto por los que murieron en el ghetto de Varsovia y en los hornos crematorios. Y más de una vez me ha traicionado una lágrima cuando he recordado a los niños deportados de Izieu, he pensado en mis propios hijos. Pero eso jamás me ha permitido pensar que no fueron también víctimas de este criminal los de la resistencia no sólo por Jean Moulin sino por todos los seres que Barbie torturó, asesinó y violó y que todavía están vivos y se han hecho presentes ahora.

¿Usted ha pedido que se le juzgue también por lo que hizo en Bolivia?

Lo hemos pedido. El tribunal francés se hará un criterio de todas las pruebas que le entregamos, pero no será juzgado sólo por los crímenes cometidos en Bolivia. Aunque lo que hizo en Bolivia también son crímenes contra la humanidad.

¿Qué significado tiene para el mundo occidental de hoy, y para su historia, la entrega de Klaus Barbie a la justicia francesa para que sea juzgado por sus crímenes?

Creo que la actitud del gobierno boliviano al entregarlo a la justicia francesa es un acto de innegable valor histórico para los pueblos latinoamericanos y también para los europeos. Existe el antecedente de que Francia había pedido su extradición por los crímenes masivos que cometió durante la ocupación y que no fueron debidamente castigados. Lamentablemente este hombre se puso al servicio de los triunfadores, de los norteamericanos, y amparados por ellos se fue hasta América del Sur y se instaló en mi país. Llegar a expulsarlo fue un trabajo de la democracia popular, buscó nuevamente implantar el respeto de la Constitución, para que el país viva en democracia. Teníamos que mostrar que los países en democracia no permiten y no permitirán, espero, que los fascistas implanten en nuestros pueblos su Estado nuevo, como quisieron en Europa.

¿Se trata entonces de establecer un precedente?

Exactamente. Es un precedente y creo que deberíamos seguir buscando a los otros, que todavía están en América sosteniendo a dictadores como Stroessner en Paraguay o Pinochet en Chile. Estos pueblos tienen que hacer lo que hemos hecho nosotros. Será muy difícil en Paraguay, porque el dictador está poderosamente afianzado con un ejército servil y anti popular. Con Pinochet para igual, además de estar protegido por una de las más grandes potencias del mundo, los Estados Unidos.

¿Es un aviso para los regímenes que ejercen el terrorismo de estado en nombre de la doctrina de la seguridad nacional?

La doctrina de seguridad nacional es simplemente una fachada para el trasfondo represivo contra los pueblos. El principal enemigo que existe en este momento es América Latina y sobre todo en mi país, que es el que más conozco, es la nueva expresión de dictadura. Los dictadores ya no usan charreteras ni botones dorados, sino chaqués y corbata. Ahora, los dictadores del FMI nos están matando de hambre y dejan más víctimas que los propios dictadores militares. Salimos de una para caer en otra. La solución en América Latina debe ser integral, porque esta olla a presión que está conteniendo tanta energía tiene que explotar y eso es un gran peligro, no sólo para Latinoamérica sino para la paz mundial.

Usted persigue a Barbie, lo entrega y ahora revela todo en su libro. ¿No tiene miedo

Peligro siempre hay. La vida misma es un peligro. Mis amigos me dicen que algunos grupos conspiran contra mi seguridad. En Francia extremaron las medidas de seguridad para protegerme. Los franceses tienen interés en que vaya y atestigüe. Hemos dicho lo que teníamos que decir en Francia y seguiremos diciendo lo que hay que decir fuera de Francia, para seguir aclarando conceptos, ideas y acusaciones. No tengo temor a la muerte. Mi conciencia está en paz. Y si llega una bala perdida, o un carro que pierde el control o cae una teja, ya servimos en algo a la humanidad, llevando al banquillo a un criminal.

¿Qué espera del libro?

Espero que sirva para muchas cosas. Que los lectores vean que en América Latina hay gente dispuesta a seguir luchando para vivir en paz y progresar. Estamos muy atrasados, nuestra miseria crece cada vez más, nadie quiere escuchar. A ver si cuando gritamos en este desierto, en este mar humano que es Europa, que este grito sea captado por alguien y que traten de solucionar nuestros problemas allá en la montaña andina. Con alguna paciencia, con alguna bondad, que hace mucha falta tratar a los pueblos con bondad y paciencia.

Klaus Barbie
La sentencia a Klaus Barbie y el proceso que lo ha precedido reabrieron otras heridas: las de la colaboración de muchos franceses al régimen de Vichy y la Gestapo, o su conducta frente a la independencia de Argelia. Uno de los protagonistas principales de la captura de Barbie, Gustavo Sánchez Salazar, autor del libro Criminal hasta el final (Ediciones B, Barcelona, España, 1987), escrito en colaboración con Elizabeth Reimann, revela en esta entrevista, exclusiva para el Papel Literario, algunos secretos de la captura del ex-SS y se pregunta por qué sólo ha querido juzgársele por sus crímenes en Lyon y no por su ominosa actuación en Bolivia, al tiempo que descubre para nosotros la otra cara del proceso, esa que algunos parecieran empeñados en ocultar.
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